La época de verano implica más horas de luz, temperaturas más cálidas y más actividades al aire libre. Pero al mismo tiempo, estas mismas bondades pueden incrementar el riesgo de intoxicaciones alimentarias si no se toman las precauciones necesarias.

Las temperaturas altas, de más de 30 grados, provoca que algunos gérmenes, especialmente las bacterias, se reproduzcan con mayor facilidad. Además, durante las actividades al aire libre sacamos los alimentos que mantenemos refrigerados y estos pasan más tiempo del recomendado expuestos a la temperatura del ambiente. A lo anterior, se suma que las comidas que se preparan en el verano son ricas en crema, mayonesa y huevos.

Hay ciertos alimentos que son más vulnerables a estas condiciones. De todos ellos, el que más riesgo tiene de ocasionar una intoxicación alimentaria es el huevo. Le siguen, la mayonesa, las cremas, el pollo (que al tener más agua se contamina más que las otras carnes), los pescados y mariscos y también el hielo (no sabemos si está fabricado con agua potable o no).

En el caso específico del huevo, su cáscara habitualmente está contaminada con heces de las gallinas, por lo que es necesario cocerlo bien y no a medias. De esta manera se evita la bacteria que produce salmonelosis (enfermedad producida por la ingestión de alimentos y líquidos contaminados por salmonela).

Otra recomendación importante es evitar ingerir alimentos que se preparen y vendan en la calle. En estas situaciones hay más riesgo de contaminación porque no se refrigeró correctamente, porque la persona no se lavó bien las manos o porque el alimento está contaminado con bacterias (salmonella, listeria, escherichia coli).  Estas bacterias tienen un periodo de incubación que va entre las 2 y las 72 horas, por lo tanto, los síntomas pueden aparecer pronto o demorarse un poco.

¿Cuáles son los síntomas de una intoxicación alimentaria?

Dolor abdominal, vómitos, diarrea y malestar general que se puede presentar a las pocas horas de haber comido el alimento en mal estado y hasta tres días después. En algunos casos se puede producir un estado febril, si la intoxicación se hace más sistémica.

¿Qué hacer en estos casos?

En estos casos, cuando tenemos claro que se trata de malestares derivados de la ingesta de alimentos en mal estado, se debe hacer reposo en casa y no comer nada, al menos en las primeras horas, para dejar descansar el estómago. En general, no se recomiendan los antiespasmódicos (medicamento utilizado generalmente para el tratamiento de espasmos musculares o contracciones) ya que podrían enmascarar otros síntomas. Si es mucho vómito y diarrea, hay riesgo de deshidratación. Se reconoce a una persona deshidratada cuando la lengua se seca, no hay lágrimas y si pellizcamos la piel, el pliegue se queda pegado. Los que tienen mayor riesgo de deshidratación son los niños y los adultos mayores. En esos casos, es necesario acudir a urgencia de un centro médico.