La lesión cerebral adquirida es la afectación de las estructuras encefálicas provocadas por traumas como accidentes, caídas, atropellos, entre otros, cuya consecuencia es un deterioro en el funcionamiento cognitivo, emocional, conductual y/o físico de una persona.

Las lesiones más frecuentes se deben a traumatismos encefalocraneanos, aunque también a rotura o trombosis de vasos sanguíneos cerebrales (accidentes vasculares), presencia de tumores, asfixias o algunas enfermedades.

Sobre las secuelas más comunes relacionadas con el aspecto físico, la kinesióloga neurológica de Clínica Dávila, Judith Weber, explica que “están relacionadas con la pérdida de activación y/o sensibilidad muscular tanto de una parte o de todo el cuerpo, como alteraciones de la marcha, del balance y de la independencia funcional”.

Considerando estas secuelas, la especialista especifica que “la rehabilitación kinesiológica está orientada a recuperar la independencia y funcionalidad de los pacientes. Se trabaja coordinación, balance y ejercicios de fortalecimiento muscular global. Muchas veces es necesario trabajar también tareas funcionales específicas, como por ejemplo, subir y bajar escaleras. Además, trabajamos continuamente en reeducar la marcha para que el paciente pueda integrarse lo antes posible y de la mejor forma en sus actividades habituales”.

Asimismo, agrega que dentro de la kinesiología existen diferentes áreas, entre las cuales está la Rehabilitación Neurológica, que cuenta con profesionales dedicados a estas patologías, que se mantienen actualizados constantemente.

“Es por esto que cada paciente debería ser tratado por un kinesiólogo que se dedique al área específica para un mejor rendimiento y resultado, ya que en cada área se busca un enfoque diferente para lograr los objetivos propuestos en la terapia”, agrega la especialista.