A diferencia de lo que se piensa, la infertilidad es algo que se presenta en hombres y mujeres en partes iguales. De hecho, según el doctor Enrique Bley, urólogo – andrólogo de Clínica Dávila, “no es exacto, pero en general, cuando una pareja no puede tener hijos, un tercio del porcentaje es por causas femeninas, un tercio por causas masculinas y un tercio por causas de los dos”.

Una pareja puede definirse como infértil cuando lleva un año tratando de tener hijos y no puede. La recomendación del experto es que cuando esto ocurra, ambos acudan a su respectivo especialista, andrólogo en el caso del hombre y ginecólogo en el caso de la mujer, para definir si se trata de un problema de infertilidad femenina, masculina o de ambos.

Causas y factores de riesgo de la infertilidad en hombres

Conforme a lo aclarado por el doctor Bley, existe una larga lista de causas y factores de riesgo que podrían fomentar la infertilidad masculina. En general, estos dicen relación con causas genéticas, patologías y el estilo de vida del paciente.

Entre ellas se encuentran:

Afortunadamente, algunas de ellas son fáciles de combatir ya sea con cirugía o con un cambio en el estilo de vida de los pacientes, por lo que “hay que tratar de buscar todos los factores de riesgo y corregir los que más se pueda”, explica el andrólogo. Asimismo, agrega que es muy probable que cada paciente tenga más de algún factor de riesgo.

Diagnóstico de la infertilidad

Los exámenes que se realizan para definir si un hombre es infértil o no, van a variar dependiendo de cada caso, pero en general, lo que manda es la historia clínica del paciente, para lo que el médico tratante realiza una serie de preguntas sobre sus antecedentes cuando están en consulta, el examen físico, imágenes de sus testículos y una prueba de semen.

Por su parte, los tratamientos disponibles son tan variados como causas existentes, pero lo más frecuente es que los problemas hormonales sean tratados con medicamentos y que algunas patologías requieran cirugía. Lo que no puede faltar es un cambio en el estilo de vida del paciente.