La catarata es una patología muy frecuente y es la principal causa de ceguera reversible en el mundo actualmente.

Según explica el doctor Luis Sotelo, oftalmólogo de Clínica Dávila, la única alternativa para tratarla es a través de la intervención quirúrgica, que en general se traduce en una mejora significativa en la calidad de vida de los pacientes. “A los 3 o 5 días después de la cirugía, si no se producen complicaciones, el paciente ya ve los cambios y está muy agradecido”, cuenta.

¿Cuándo es necesaria la facoéresis o cirugía de cataratas?

“Si una persona ha sido diagnosticada con cataratas y recibe la indicación de operarse, debe hacerlo. Si no, su visión va a disminuir de manera considerable y hasta puede quedar ciega, disminuyendo en un 100% su calidad de vida”, puntualiza el doctor Sotelo.

Existen tres criterios principales para determinar la necesidad de realizar la cirugía de cataratas o facoéresis en un paciente: la agudeza visual que presenta, el impacto en su calidad de vida y el trabajo que desempeña.

  1. La agudeza visual se define como la nitidez en la visión, la capacidad de distinguir entre distintos objetos, facultad que puede perderse en el tiempo por distintos factores, como las cataratas, que vuelven la vista más borrosa. La agudeza visual habitual de un ojo sano está dentro de un rango que va del 80% (0,8) al 120% (1,2).

La condición del Ministerio de Salud de Chile para acceder a la cirugía de cataratas a través de AUGE/GES es la disminución de la agudeza visual a menos de 0,3. Sin embargo, el doctor indica que además de la agudeza visual, los especialistas también evalúan el impacto del trastorno en la calidad de vida del paciente, incluso en casos especiales. “Por ejemplo, si un paciente tiene una catarata congénita (de nacimiento) y es un niño, debe ser intervenido rápidamente, pues puede resultar con una ambliopía o reducción de la capacidad visual, por el desarrollo anormal de la vista”, aclara.

También hay pacientes jóvenes que pueden sufrir un trauma ocular (golpe en el ojo) que desencadena una catarata, quienes deben operarse pues disminuye su agudeza visual; o en pacientes que tienen cataratas por el uso de corticoides.

  1. Otra circunstancia a evaluar es el nivel de actividad y la profesión del paciente, que en algunos casos puede llegar a exigir una agudeza visual casi perfecta y un 20% menos de visión afecta mucho. Este es el caso de los pilotos aéreos, que necesitan agudeza visual de 1,0, que equivale casi al 100%, y los conductores de automóviles con licencia profesional Clase A.
  1. Finalmente, la facoéresis es necesaria cuando las cataratas afectan de manera importante la calidad de vida de los pacientes y les impide realizar sus actividades cotidianas.

“Es importante operar las cataratas a tiempo, porque mejora mucho la calidad de vida del paciente. Además de la agudeza visual, también nos importa la calidad de la visión. En la calidad de la visión, ese paciente que ve bien en un ojo y en el otro no, pierde una capacidad de ojo que se llama estereopsis, que es la capacidad de ver la profundidad de las cosas. Y eso afecta la calidad de vida. Por ejemplo, un cirujano con disminución de la estereopsis no puede operar. Incluso un paciente con este problema se puede caer bajando las escaleras, porque no puede ver qué peldaño está delante y cuál detrás.

La cirugía de cataratas por definición es ambulatoria, de bajo riesgo y corto tiempo quirúrgico, pero como toda cirugía, puede tener complicaciones. Hay que evaluar bien al paciente antes de la cirugía, para ver cómo está su fondo de ojo, la retina y su nervio óptico.

¿Cuándo no se recomienda la cirugía? Principalmente cuando existen contraindicaciones importantes, como un paciente diabético descompensado, ya que una persona con glicemia sobre 160 mg/dl tiene mucho riesgo de presentar infecciones post operatorias, como la endoftalmitis, que es una afección grave. Y es lo que más nos preocupa en este tipo de intervenciones, en estos casos el paciente no logra su mayor potencial.

Tampoco se realiza esta intervención en personas hipertensas descompensadas, pues el estrés de la cirugía puede aumentar más su presión y causar una complicación llamada expulsiva.

Otro caso es que el ojo esté inflamado por patologías específicas, como las uveítis, que son enfermedades de la uve, que es una capa del ojo, una pared interna; y causas más específicas en el ojo que son inflamaciones intraoculares que tampoco operamos. “Ahora, si hay que operarlo, trabajamos con los reumatólogos para aumentar las dosis de corticoides, vamos evaluando al paciente, dejamos antibióticos previos. Preparamos el paciente para la cirugía, porque la cirugía de cataratas no es una cirugía de urgencia, sino que es una cirugía electiva”, aclara el profesional.