La alimentación forma parte fundamental del abordaje y tratamiento de pacientes con cálculos renales. Y es que los cambios alimenticios pueden favorecer enormemente las condiciones de un paciente.

Sin embargo, de acuerdo a lo expresado por la doctora Tania Cases, nutrióloga de Clínica Dávila, no existen las recetas generales para todos los pacientes, sino más bien recomendaciones individuales de acuerdo a las particularidades de cada uno.

Lo anterior considera los hábitos de vida, estado nutricional, enfermedades concomitantes, alimentación diaria, el tipo de cálculo y el mecanismo atribuible a la formación de éste, explica la experta.

Es por esto que no hay forma de generalizar las indicaciones nutricionales de pacientes con cálculos renales, ni es conveniente limitarse a entregar listas de restricciones o prohibiciones nutricionales. Esto, porque muchas veces se termina limitando de forma indeseable la variedad en la alimentación de pacientes que requieren de una alimentación saludable y equilibrada.

“En algunos casos puntuales, por ejemplo, puede ser aconsejable la restricción de la ingesta excesiva de algunas frutas y verduras en particular, sin embargo, esos mismos alimentos pueden tener un impacto positivo en la salud global de dicho paciente, por lo que debe adaptarse individualmente la indicación, cantidades y frecuencias de consumo. Muchas veces se trata de moderar consumos desequilibrados, más que prohibir”, agrega.

Recomendaciones nutricionales para los cálculos renales

A pesar de lo anterior, la especialista accedió a entregar algunas medidas que la mayoría de los pacientes con cálculos renales deben seguir para mejorar los síntomas.

  • Ingesta de líquidos: Es recomendable que los pacientes con cálculos renales aumenten su consumo de líquidos durante el día, idealmente agua, para así lograr un mayor volumen urinario y orinas menos concentradas.

 

  • Consumo de sodio: Es importante que los pacientes con esta patología restrinjan la ingesta de sodio a través del consumo de sal. Para esto, lo primero que hay que hacer es limitar el uso de la sal de mesa, pero, además, es recomendable dejar de lado otras fuentes de socio, a través de alimentos que sean ricos en este mineral, ya sean snacks salados, condimentos, alimentos procesados, entre otros, dice la nutrióloga.

 

  • Proteínas de origen animal: En algunos casos, es necesario restringir el consumo excesivo de proteínas de origen animal, como por ejemplo, las carnes rojas, alimentos ricos en purinas (embutidos, vísceras, bebidas alcohólicas) y oxalatos (bebidas carbonatadas, algunas verduras, entre otros).

 

  • Ajustar consumo de calcio: En ocasiones los pacientes necesitan ajustar el consumo de fuentes nutricionales de calcio tales como los lácteos, siendo muchas veces restringidos o prohibidos innecesariamente. Por otro lado, es relevante adecuar el consumo de fibra dietaria y evitar la ingesta excesiva de alimentos y/o bebidas azucaradas.

 

  • Mantener el estado nutricional: Finalmente, la doctora de Clínica Dávila enfatiza que es fundamental mantener un adecuado estado nutricional, evitando el sobrepeso y la obesidad, además de las patologías metabólicas acompañantes que muchas veces pueden cumplir un rol importante en facilitar la formación de cálculos renales.