Es de conocimiento popular que el ejercicio es un pilar fundamental para llevar un estilo de vida saludable. Sin embargo, hay quienes han llevado una vida sedentaria por largos años, y entrados a la tercera edad consideran que ya no es necesario realizar actividad física.

Sin embargo, esto no es así, de hecho, todo lo contrario. Se ha demostrado que el ejercicio puede traer importantes beneficios en esta etapa de la vida, especialmente porque el ejercicio es un elemento antienvejecimiento.

Lo anterior, porque el envejecimiento es como un enlentecimiento del metabolismo y al hacer ejercicio se hace una intervención a este proceso, ya que, la actividad física va en contra de la muerte celular programada y de la rigidez del pensamiento de la musculatura, por lo tanto, va en contra del envejecimiento.

Así lo evidencia la doctora María Soledad Cáceres, geriatra de Clínica Dávila, comentando que los beneficios de la actividad física no sólo tienen evidencia en lo físico, sino que también en lo que dice relación con la prevención, el tratamiento y la mantención de la salud.

Además, la experta explica que el ejercicio puede traer los siguientes beneficios en el adulto mayor:

  • Mental: Se ha visto que los pacientes que hacen ejercicio no desarrollan deterioro cognitivo con tanta prevalencia como aquellos que no hacen actividad física.

 

  • Estado de ánimo: Se sabe que el ejercicio produce endorfina, la hormona de la felicidad, lo que ayuda mucho a mantener el aspecto emocional más estable.

 

  • Social: Salir de la rutina y del ambiente en el que se encuentra, ayuda a los mayores a ver cosas diferentes como la naturaleza y otras personas.

Asimismo, la especialista agrega que el ejercicio es una indicación de vida tan importante como la alimentación. Es por esto que no hay una rutina estandarizada para todos los adultos mayores, sino que más bien va a depender de cada caso.

Si un paciente está enfocado en la prevención, ya que es considerada como una persona sana, sin enfermedades y que recién se está iniciando en esta etapa, se recomienda hacer cualquier tipo de ejercicio, ya sea aeróbico o anaeróbico, durante al menos media hora diaria. De acuerdo a la geriatra, es importante que este ejercicio involucre el aspecto físico, mental y social, además de generar adherencia por parte del paciente.

Por otro lado, si el paciente tiene alguna patología como artrosis o tiene problemas para mover las articulaciones por algún motivo, es recomendable que no realice ningún ejercicio que signifique una sobrecarga, por lo que en estos casos se plantean ejercicios en el agua.

Ahora, si el paciente es más añoso, pero se encuentra en buenas condiciones y sólo busca mantenerse estable, se recomiendan ejercicios aeróbicos para enlentecer el envejecimiento, pero además ejercicios para prevenir caídas, fortalecer musculatura y mantenerse flexibles.

Finalmente, es importante destacar que realizar actividad física es algo que se recomienda desde edades tempranas y que debe continuar por toda la vida. La doctora de Clínica Dávila aconseja que cada uno busque una actividad física que le guste para que genere adherencia y no abandone el ejercicio.