La diabetes es una enfermedad crónica relacionada con el aumento del azúcar o glucosa en la sangre y que se  vincula principalmente con el aumento de peso y sedentarismo.

Considerado por muchos como una verdadera epidemia, la Organización Mundial de la Salud estima que, si en 1980 existían 108 millones de adultos con diabetes en el mundo, en 2014 ya había 422 millones. Según el Ministerio de Salud, Chile tiene una prevalencia de casi el 10% de la población con diabetes, es decir, 1 de cada 10 chilenos y chilenas tiene hoy esta enfermedad.

A largo plazo, y en especial cuando no está bien controlada, la circulación elevada de glucosa por el organismo puede producir un daño gradual en distintos órganos, vasos sanguíneos o sistema nervioso.

Por tal razón, es muy importante que la persona con diabetes mantenga controlada su glicemia y evite así la aparición de las complicaciones asociadas, que pueden tener un gran impacto en su calidad de vida.

Algunas recomendaciones son las siguientes:

  1. Mantén hábitos saludables: La diabetes tipo 2, presente en casi el 90% de los diabéticos, se puede prevenir o retrasar con medidas tan sencillas como realizar actividad física constante, mantener un peso saludable, evitar el consumo de tabaco y llevar una dieta equilibrada. Por ejemplo, prevenir la obesidad en un niño antes de los 18 años reduce entre 9 o 10 veces el riesgo de contraer diabetes, enfermedades cardiovasculares o hipertensión.
  2. Controla tu glicemia: Una combinación de dieta, actividad física y, en algunos casos, medicación, te pueden ayudar a mantener bajos los niveles de azúcar y prevenir las complicaciones de la diabetes. El ejercicio ayuda a consumir glucosa, quema calorías, mejora el tono muscular y ayuda a reducir la grasa corporal. Trata de realizar actividades como caminatas de 30 minutos, al menos cinco veces a la semana.
  3. Evita el alcohol y el tabaco: El consumo de alcohol y tabaco aumentan las complicaciones de la diabetes. En las personas diabéticas, el cigarrillo puede afectar la función renal, aumentar el riesgo de sufrir complicaciones vasculares y provocar lesiones nerviosas y oculares. También puede aumentar el nivel de glucosa en la sangre y contraer los vasos sanguíneos. En tanto, el consumo elevado de alcohol en personas con diabetes está relacionado con la inhibición en la producción de glucosa en el hígado y la posibilidad de sufrir hipoglucemia o baja de azúcar en la sangre.
  4. Controla tu presión arterial: Las personas con diabetes tienen mayor probabilidad de tener hipertensión o presión arterial alta que las personas sin diabetes. Asimismo, la hipertensión acelera y empeora el daño en las arterias que causa la diabetes, lo que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Generalmente, la hipertensión no presenta síntomas, por lo que deberás medir periódicamente tu presión arterial y controlarla junto a tu médico.
  5. Cuida tu boca y dentadura: Las personas con diabetes tienen mayor riesgo de sufrir de enfermedades en las encías. Asimismo, estos problemas en las encías pueden afectar el control de la glucosa. Por tal razón, debes cepillar tus dientes, usar hilo dental una vez al día y hacerte chequeos cada seis meses.
  6. Revisa y cuida minuciosamente tus pies: Una de las complicaciones de la diabetes es la pérdida gradual de sensibilidad en los pies, que sumada a problemas de irrigación, pueden favorecer la formación de heridas que se infectan o empeoran fácilmente y pueden llevar incluso a la amputación. Por eso, es muy importante que se revisen diariamente y ojalá se acuda al podólogo para su cuidado, incluido el corte de uñas. Se recomienda el uso de calcetines blancos para pesquisar cualquier herida o supuración, llevar siempre zapatos cerrados y evitar el uso de hebillas u otros adornos que pueden producir heridas o rozaduras.
  7. Chequea periódicamente tus ojos: Las personas con diabetes, tienen un riesgo más alto de sufrir ceguera que las personas que no tienen diabetes. El problema más común es la retinopatía diabética, producida por el daño a los vasos sanguíneos de la retina. Otros problemas oculares que se pueden presentar son cataratas, cuando el cristalino se nubla; y el glaucoma, cuya causa es el aumento de la presión ocular que daña el nervio principal. Para prevenirlos debes chequear tus ojos una vez al año.
  8. Mantente atento a posibles daños renales: La nefropatía diabética es una complicación renal grave que afecta la capacidad de los riñones de filtrar la sangre. Durante las primeras etapas de esta enfermedad no se presentan síntomas, por lo que se recomienda el control anual de las personas diabéticas, incluyendo un examen de orina para detectar proteínas, que permite evaluar el funcionamiento de los riñones.